viernes, 1 de noviembre de 2013

Genética de razas

Tanto por razones prácticas como caprichosas, el mejor amigo del hombre ha evolucionado de manera artificial en el animal más diverso del planeta, un logro sorprendente, puesto que la mayoría de las entre 350 y 400 razas de perros han estado en circulación tan solo un par de siglos. Los criadores aceleraron el ritmo de la evolución al combinar rasgos de perros completamente diferentes y acentuarlos al desarrollar las crías que conservaron los atributos deseados(Ratliff, 2012)


Los científicos han supuesto que en la diversidad morfológica de los perros yace una cantidad equivalente de diversidad genética. Sin embargo, una explosión reciente de investigación genómica canina ha llevado a una conclusión sorprendente y opuesta: el enorme mosaico de formas, colores y tamaños de los perros está determinado por cambios en apenas un puñado de regiones de genes  (Ratliff, 2012)

La diferencia entre el diminuto cuerpo de un Dachshund y el enorme de un rottweiler está en la secuencia de un solo gen. La disparidad entre las patas regordetas del Dachshund -conocida oficialmente como enanismo desproporcionado o condrodisplasia- y lo delgado y largo de las de un galgo está determinada por otro(Ratliff, 2012)

Encontraron que el tamaño del cuerpo, el largo del pelo, el tipo de piel, la forma de la nariz, la posición de las orejas, el color del pelo y otros rasgos que en conjunto definen la apariencia de una raza están controlados por cerca de 50 cambios genéticos(Ratliff, 2012)


La diferencia entre orejas erectas o colgadas está determinada por la región de un solo gen en el cromosoma canino 10, o CFA10. La piel arrugada de un shar-pei chino se halla en otra región llamada HAS2. ¿La parte de piel encrestada del crestado de Rodesia? Esa viene de un cambio en CFA18. Con algunos cambios, tu Dachshund se convierte en dóberman, al menos en apariencia (Ratliff, 2012).

De hecho, los componentes en la genética de la morfología de los perros es una completa aberración. En la naturaleza, un rasgo físico, o una enfermedad, generalmente es el producto de una interacción compleja de muchos genes, de los cuales cada uno realiza una contribución fraccionaria (Ratliff, 2012)


Por ejemplo, la estatura en los humanos está determinada por la interacción de unas 200 regiones de genes. Entonces, ¿por qué los perros son diferentes? La respuesta, según los investigadores, está en su historia evolutiva poco común. Los cánidos fueron los primeros animales domesticados, proceso que empezó hace unos 15,000 o 20,000 años, probablemente cuando los lobos grises comían carroña alrededor de asentamientos humanos (Ratliff, 2012). 


Los expertos difieren en cuanto a qué tan activa fue la participación humana en la siguiente etapa, pero al paso del tiempo la dependencia se volvió mutua, a medida que empezamos a emplear los Protegidos de la naturaleza y el proceso de supervivencia del más apto, estos perros semidomesticados se reprodujeron aun cuando albergaban mutaciones genéticas perniciosas -como patas cortas y regordetas, por ejemplo- con las que no habrían sobrevivido en la naturaleza(Ratliff, 2012). 


Según el Club Canino estadounidense (American Kennel Club), existen cerca de 155 razas; pero siguen creándose y reconociéndose otras nuevas. ¿Qué defi ne a una raza? Aunque la ascendencia de un can se identifica a partir
de sus características físicas (color del pelaje, forma y tamaño del cuerpo, longitud de las piernas y forma de la cabeza, entre otras), la definición formal del concepto de raza proviene de criadores y genéticos (Ostrander, 2008).

Los organismos reguladores, como el Club Canino estadounidense, definen la raza de un individuo según su origen. Para que un perro se convierta en miembro registrado de una raza (un golden retriever, por ejemplo), ambos progenitores deben haber sido miembros registrados de la misma raza y, a su vez, los progenitores de éstos. En consecuencia, las razas caninas suelen constituir poblaciones reproductoras cerradas con poca oportunidad para la introducción de nuevos alelos (variaciones en el genoma) (Ostrander, 2008).
Los perros de pura raza se caracterizan por un bajo grado de heterogeneidad genética, en comparación con los perros de raza mixta. Las razas que derivan de un grupo pequeño de fundadores, que han sufrido cuellos de botella poblacionales o que han experimentado los efectos del síndrome de “popularidad del progenitor macho” (el efecto de los ejemplares que destacan por producir un número desproporcionado de descendientes) se caracterizan por una heterogeneidad genética incluso menor (Ostrander, 2008).

Ostrander y otros investigadores comenzaron a aplicar marcadores y otras herramientas geneticas con el fin de reconocer el concepto de raza canina.Un marcador genético es una posición en el genoma que presenta variabilidad en la secuencia y que se hereda según una pauta mendeliana (es decir, según las reglas clásicas de la genética). Dos tipos frecuentes de marcadores son los microsatélites y los polimorfi smos de un solo nucleótido (PNS). En los primeros, la variación proviene del número de veces que un elemento de repetición se reitera en una posición determinada dentro de un cromosoma; en los segundos, la secuencia de ADN es distinta en un solo nucleótido (denotado A, C, T o G) entre los cromosomas emparejados de un individuo. Esas alteraciones han permitido comprender la función interracial e intrarracial de las modificaciones genéticas. Dado que los alelos de los marcadores se heredan de padres a hijos según las leyes mendelianas, tales alelos pueden utilizarse para rastrear la herencia de fragmentos adyacentes de ADN a través de las múltiples generaciones de una familia. Existen millares de marcadores microsatélites y millones de PNS distribuidos, de forma aleatoria, por el genoma canino (Ostrander, 2008).

Para determinar la exactitud de la asignación racial, empleamos datos de 96 microsatélites repartidos en los 38 autosomas del perro, de un conjunto de 414 individuos que representaban a 85 razas. Encontramos, en primer lugar, que casi todos los individuos se asignaron correctamente a su grupo racial cuando se aplicaron algoritmos de agrupamiento (útiles estadísticos que buscan semejanzas entre individuos en cuanto a frecuencia y distribución alélicas). Las excepciones se debieron a seis grupos de dos razas estrechamente emparentadas entre sí (whippet-galgo y mastín-bullmastiff ), que diferían una de otra sólo cuando se analizaban aisladas de otras razas (Ostrander, 2008).

Demostramos también que la variabilidad genética entre razas era muy superior a la variabilidad intrarracial. Se estima que la primera es del 27,5 por ciento. Por mor de comparación, entre las poblaciones humanas tal variabilidad es sólo del 5,4 por ciento. Por consiguiente, el concepto de raza canina puede definirse no sólo por el aspecto del perro, sino también a partir del genoma(Ostrander, 2008).
En una segunda etapa de la investigación, aplicamos una prueba de asignación para evaluar la posibilidad de identificar la raza de un perro en razón de su perfil genético, en exclusiva. En un estudio ciego (donde el programa informático desconocía la procedencia racial de los datos), el 99 por ciento de los perros recibió una asignación racial correcta, fundada en su perfil de ADN, sin más(Ostrander, 2008).

Las razas caninas varían no sólo en el tamaño general del cuerpo, sino también en la longitud, forma de la cabeza y otros rasgos, todos ellos controlados genéticamente por lo menos en parte. El grado de variación morfológica observado en el perro sobrepasa el de todos los mamíferos terrestres actuales(Ostrander, 2008).

BIBLIOGRAFIA
Ostrander, A.E.(2008). Base genética de la morfología  canina. Revista de investigación y ciencia.
Ratliff, E.(2012). La mezcle perfecta/ como construit un perro. Recuperado el 23 de noviembre del 2013 de: http://www.ngenespanol.com/articulos/425308/razas-perros/



Genoma del perro: Razas y repeticiones en tandem por raulespert

No hay comentarios:

Publicar un comentario